Covid-19

Que las falsas afirmaciones sobre la vacunación no perjudiquen tu salud y la de tu familia

Hay muchos mitos sobre las vacunas, y algunos han llegado al punto de conseguir que enfermedades ya desterradas vuelvan a aparecer. Te contamos cuáles son los que más circulan y por qué no debes creerles. Tu inmunización y tu familia son clave para la salud del mundo entero.

Si se mantienen las normas de higiene no es necesaria la vacunación. FALSO
El agua potable y la higiene son necesarias pero no suficientes para poder prescindir de la vacunación. Si no hay una inmunidad colectiva (tazas altas de vacunación en la población), enfermedades que creíamos superadas pueden volver. Y esto no tiene que ver con cuán aseados nos mantengamos. La higiene es positiva pero de ninguna manera reemplaza a la vacunación.

Algunas vacunas no son seguras. FALSO
Si una vacuna ha sido aprobada es porque fue sometida a ensayos clínicos y a pruebas rigurosas y una vez que están puestas para el público son evaluadas en forma permanente. También la comunidad científica sigue la evolución de las vacunas una vez aprobadas. Si dan alguna reacción puede ser dolor en donde fue puesta la inyección o fiebre leve.
Si hay efectos colaterales, que son muy raros, son investigados en forma inmediata.
Es mucho más fácil padecer lesiones graves por una enfermedad prevenible mediante vacunación que por una vacuna. Por ejemplo, la poliomielitis puede causar parálisis; el sarampión, encefalitis y ceguera, y algunas enfermedades prevenibles mediante vacunación incluso pueden ser mortales.

Los beneficios de la vacunación superan largamente los riesgos, y sin vacunas habría muchos más casos de enfermedades y muertes en todo el mundo.

La inmunidad causada por las infecciones naturales es mejor que la de las vacunas. FALSO
En realidad, lo que producen las vacunas en el sistema inmune es una respuesta similar a las infecciones naturales pero la gran diferencia es que la persona vacunada no atraviesa la enfermedad ni está expuesto a futuras complicaciones.

Las vacunas producen autismo. FALSO
Un estudio de 1998 planteó la posible relación entre la vacuna triple vírica (sarampión, paperas y rubéola) y el autismo, pero posteriormente se demostró que era fraudulenta y tenía graves sesgos, por lo que fue retirado por la revista que lo publicó. Lamentablemente, esa publicación creó un estado de pánico que produjo una disminución de las tasas de inmunización y posteriores brotes de esas enfermedades. No hay ninguna prueba de la existencia de una relación entre la vacuna triple vírica y el autismo o los trastornos del espectro autista.

Si me vacuno contra el Covid no necesito vacunarme contra la gripe. FALSO
Entre 300 y 500 mil personas mueren al año por gripe. Las vacunas para prevenirla se usan hace 60 años. La vacuna antigripal no protege contra el coronavirus pero es importante vacunarse contra la influenza para obtener la inmunidad necesaria antes que llegue el invierno y así evitar la enfermedad y la posible coinfección con el COVID-19. Combinadas podrían ser muy peligrosas para la persona y recargar los sistemas de salud. La vacunación antigripal no solamente previene la gripe, sino que reduce las complicaciones que pueda causar.

Las embarazadas, los niños pequeños, los mayores con problemas de salud y cualquiera con enfermedades crónicas, como cardiopatías o asma, corren mayor riesgo de padecer enfermedad grave y morir. La vacunación de las embarazadas aporta el beneficio añadido de proteger a los recién nacidos, hecho aún más importante si se tiene en cuenta que no hay vacuna para los menores de 6 meses.

 

Recuerda que todas las vacunas son muy importantes para la salud en general. Y en estos momentos de pandemia, la vacuna contra el Covid resulta clave para detenerla. Tú puedes ser parte de esta cruzada, recuerda que puedes agendar tu turno ahora mismo en forma segura, confidencial y sin necesidad de presentar ningún documento. Pide una cita ya aquí.

 

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Fuente: Organización Mundial de la Salud

 

 

 

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